Empezamos la precampaña hace meses con Dinamarca como modelo en materia económica y laboral como la panacea, la receta perfecta, para el votante de centro izquierda, o de izquierda moderada, y referencia de varios partidos. Desde luego la realidad no es como la pintan, porque hay despido libre en la mayoría de los países nórdicos, porque el paro no es para siempre, etc. Pero esto es largo de contar, y no es el objetivo de este post.
Afortunadamente para ellos nuestro sistema electoral no es tan complejo como el danés y se pueden obtener mayorías simples o absolutas. Tengamos en cuenta que desde 1909 ningún partido ha obtenido la mayoría, o que simplemente con el 2 % de los votos pueden tener representación parlamentaria[1], lo que trae consigo que los Gobiernos tengan que pactar continuamente. Algo a lo que nuestros políticos no están demasiado acostumbrados, desde hace unas cuantas legislaturas.
Recomiendo a todos ellos que echen una mirada a la serie “Borgen” ,creo que al menos podrán hacer un curso acelerado para lo que está por venir y si no tiene tiempo que vean el último capítulo y entenderán lo que se espera de ellos.
Tanto hablar de esto, al final lo que va a pasar es que van a tener que hacer lo que los daneses, que es llegar a acuerdos de gobierno en la próxima legislatura, y no por altura de miras sino por necesidad práctica. O como decía Alcide De Gasperi :“Un político mira a las próximas elecciones. Un estadista mira a la próxima generación.”
Ahora es tiempo elecciones y todo vale, y es legítimo conseguir votos, pero cuando llegue el momento esperemos que prime en todos el sentido de Estado como concepto amplio.
[1] http://www.thedanishparliament.dk/Publications/~/media/PDF/publikationer/English/The_Parliamentary_System_of_Denmark_2012_web.pdf.ashx