En el último cuarto de siglo, las Fuerzas Armadas españolas han sufrido una importante transformación, no solamente con el paso del servicio militar obligatorio al profesional, sino con la incorporación de la Mujer a la profesión militar de forma plena, tanto en unidades operativas y de combate, como en los denominados cuerpos comunes.
Se puede decir que en el año 2014 existe una plena incorporación de la mujer a las FAS en España .En 2014 representaban el 12,4 % de total de los miembros del Ejército y la Armada, teniendo en cuenta que en año 2000 el total de mujeres de los países de la OTAN era del 12.7 % y que el ejército de EEUU con una mayor tradición en la incorporación de la mujer a las FAS es de un 14 % de militares en activo es un porcentaje de los más altos de los países de la NATO solo superada por Francia con un 15 %.
España es de los países en los que mayores medidas de fomento de la igualdad desde el punto de vista legislativo ha desarrollado, de hecho una militar española puede ser combatiente, mientras que en otros países no se permite estar en determinadas unidades. Hasta el 2013 el ejército estadounidense no permitió presencia de las mujeres en unidades de primera línea y los equipos de comando de élite y este año dos oficiales han conseguido llegar a ser Rangers.
Desde el punto de vista jurídico y legislativo la mujer tiene los mismos derechos que los hombres en para su incorporación y pertenencia a las FAS desde el punto de vista formal. La literatura sobre la mujer en el campo de la Defensa prácticamente se ha circunscrito al desarrollo de la igualdad de género y a la incorporación como profesional a las FAS como una conquista social de la mujer, no exenta de polémicas.
Los jóvenes entre 16 y 24 no tienen ningún tipo estereotipo de género en cuanto que una mujer sea combatiente según se desprende de las Estadísticas del CIS respecto de la aceptación de una compañera en el puesto de combate ( 89,9 % en 2005 y el 90,2 % en 2013). Pero la mujeres no están tan interesadas en estar en puestos de combate solo le gustaría al 21,6 % prefiriendo otro tipo de puesto.
En 2014 la mujer representaba el 21,9% incrementándose en los reservistas al 28,1 % de los cuerpos comunes: Cuerpo Jurídico Militar, Cuerpo Militar de Intervención, Cuerpo Militar de Sanidad, Cuerpo de Músicas Militares. Asimismo el 56,1 % del total del personal militar femenino eran funcionarias y un 35,7 % personal laboral según datos del Observatorio de militar para la Igualdad.
El hecho que desde el Ministerio de Defensa se haya creado el proyecto SAPROMIL (Aprovechamiento de capacidades profesionales del personal militar de las FF.AA), que tiene el objetivo la creación de programas que durante la vida activa de los militares puedan incorporarse a otros ámbitos laborales tanto en el sector público como en el privado. Puede ser un incentivo para un reclutamiento de mujeres, así como la nueva situación administrativa de «servicio en otras Administraciones Públicas ajenas a la Administración Militar» y que se está tramitando como modificación de la ley 39/2007 de la Carrera Militar puede ser una formula a desarrollar para una mayor incorporación de la mujer al ejército, sobre todo de aquellas con intención de mantener una carrera profesional sin limitaciones temporales y que en principio parece ser más adecuada desde la perspectiva de la propia mujer.