Muchos de los votos de las elecciones pasadas a las nuevas formaciones políticas no venían solo de los jóvenes, sino de los mayores o los maduritos , en busca de una situación similar a la que habían vivido en los últimos cuarenta años.
Los jóvenes que vivieron la transición ahora tienen unos 60 años o más y han visto como las cosas con sus altibajos habían dado España un estado de bienestar descafeinado, pero algo había: una cierta “estabilidad” laboral, la posibilidad de escalar algún puesto dentro de las clase social pudiendo pasar de una otra, que sus hijos vivieran mejor que ellos, etc.
Muchos de ellos simpatizaban o militaban en partidos de izquierda en su juventud, y poco a poco se han ido yendo hacia posiciones más conservadoras, esto suele ser una cuestión de edad, por lo que les gustan los partidos trasversales un poco progresistas que es donde se situaron en general las nuevas formaciones.
Este post va dirigido a aquellos que diseñan la próxima campaña de junio, y lo he bautizado con permiso del respetable, que es taurino, pero muy español, como la campaña de la prolactina.
Si de la prolactina, esa hormona que tenemos los seres humanos, tanto hombres como mujeres, al igual que tenemos ambos testosterona. La que asociamos con la mujer y específicamente con la maternidad, pero que se incrementa de forma importante en los hombres a partir de los 60 años, aunque empieza un poco antes, e incluso en el momento de la paternidad siendo jóvenes aumenta.
Para entenderlo, con un ejemplo simplificado, pero que nos sirve. Los abuelos( hombre y mujer) son más protectores y “consentidores” con sus nietos que lo que normalmente han sido con sus hijos en general. De alguna forma nuestro cerebro se hace más protector y receptivo a la protección con la edad y eso es fruto entre otras cosas del incremento de la hormona que da nombre a este post. Y por tanto a los mayores les preocupan sus pensiones, pero también el bienestar y el futuro de los suyos.
En España en estos momentos están censados 36 millones y pico de votantes ( residentes y no residentes). De estos 11, 5 millones son mayores de 60 años ( un 31,5% aprox) y solo unos 5 millones de jóvenes entre 18 y 29 años ( 14,5% aprox). El resto sería votantes entre los 30 y los 59 años, aproximadamente un 54 %.
Bien, estos son los datos, pero ahora que viene la campaña, si quieren conseguir algún voto más van a tener que centrar sus mensajes en la búsqueda de “soluciones” para los jóvenes, pero a través o con sus mayores y para ellos también.
En España todavía la familia tiene un gran peso, es un concepto más heterogéneo de familia adecuado a los cambios en la sociedad, pero familia al fin. Se ha demostrado en los últimos años con el apoyo a las personas en desempleo. Pero el desencanto de la política y de los políticos en general, propio de las sociedades desarrolladas, en nuestro caso está siendo algo mucho más grave de lo que parece con vista a las próximas elecciones. De hecho dentro de las cuatro principales preocupaciones esta la corrupción y los políticos del último barómetro del CIS[1] junto al paro y los problemas sociales como las principal preocupación de los españoles es un dato.
En definitiva el paro y los temas sociales son la auténtica preocupación de los españoles, y se supone que quien tiene que arreglarlos aquellos en los que no se tienen la confianza y que después de estos meses no se ha llegado a ninguna solución no va ayudar mucho. Además teniendo en cuenta que los principales actores van a ser los mismos, de cualquiera de las formaciones, y desde luego los mensajes van y seguramente sean los mismos, solo les queda una salida que es irse hacia mensajes de centro o centro izquierda, crear actitudes de moderación y de altura política, e intentar que sus claims generen un sentimiento de esperanza mediante soluciones realistas y mediante acuerdos amplios.
Esto en cuanto a los votantes de la prolactina, pero hay que tener en cuenta que la desconfianza en los jóvenes también se ha instalado y se suele materializar tradicionalmente en la abstención en la franja de los 18 a los 25 años. Simplemente recordemos que representan algo menos del 14,5% de los votantes, o lo que es lo mismo va ayudar a los partidos más votados .
El intento de hace unos meses de intentar reformar la edad de voto a partir de los 16 años, no sé si es simplemente teoría política, deseo de cumplir una resolución del Consejo de Europa[2] o que alguien pensó que con 800.000 votantes más podría suplir en su caso una parte de la abstención o ganar algún escaño más pero realmente seria insignificante el resultado
El voto, es uno y las matemáticas son como son, pero desde luego ahora no solo hay que ajustar para el voto joven, sino hacer que los mayores reconozcan en los mensajes un concepto de futuro para los jóvenes, que son hijos y nietos.
Con independencia que el juego electoral es apasionante, el nuevo mensaje tiene que ser claramente de esperanza para todos y de realismo aunque sea duro, los que lo hagan “arañaran” algo más ,porque de momento no parece que volvamos al bipartidismo por mucho tiempo.
[1] http://www.cis.es/cis/export/sites/default/-Archivos/Indicadores/documentos_html/TresProblemas.htm
[2] En 2011 la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó una resolución para permitir el voto a partir de los 16 años por los problemas de envejecimiento de la población lo que supondría un menor porcentaje en las votaciones de los jóvenes.
En Austria, Noruega, algunos Lander Alemanes , Hungría y Eslovenia el derecho al voto es a partir de los 16 años.