Después de Ronald Reagan que obtuvo 58 % del voto popular de las mujeres ningún otro candidato ha obtenido unas cifras comparables, ni Obama, que casi llega con el 56 % en las últimas elecciones. En esas elecciones no había ninguna candidata, pero en estas sí.
Se suponía que Hilary Clinton iba a arrasar entre las mujeres, y desde luego sus asesores estaban convencidos, pero no llego ni al 54 % de la mujeres, un poco menos que Obama.
Parece que a sus asesores se les olvido que en Estados Unidos hay mujeres conservadoras y muy conservadoras con independencia de su origen y raza , que no todas la mujeres son “feministas” o tienen un alto nivel cultural , o simplemente son feministas conservadoras. Lo cierto es que salvo en las mujeres de color que votaron de forma muy importante a Clinton el resto, incluidas latinas dieron un importante apoyo a Trump.
Según los titulares periodísticos Trump gano entre los hombres blancos y con bajo nivel de estudios. ¿ Pero solo varones? . Sus madres y esposas, parejas e hijas también votan, y a lo mejor también le votaron a pesar de sus comentarios misóginos. Porque el hecho de las promesas de volver a tener una mejor calidad de vida para ellas y su familia con medidas que seguramente se cumplan parcialmente en lo económico son un potente aliciente.
Los asesores no tuvieron en cuenta que los roles de género que están instaurados en nuestro sistema límbico, como consecuencia del aprendizaje en sociedad y que determinan nuestras acciones y expectativas. Seguimos trabajando con el “cliché” , que es la metáfora estereotípica en del arte, la literatura o el cine, en el que los personajes o situaciones son predecibles, y a sus “células grises” les ayuda a no tener que pensar, y dar por racional, lo que puede o no puede serlo.
Es una cuestión de adaptarnos a realidades cambiantes y tener en cuenta aspectos nuevos para evitar los clichés que fueron validos en el pasado para encontrar muestras correctas en el cambio. Desde luego fácil no es, pero en algún momento tendrá que hacerse ¿ no?.
Los roles tiene una gran influencia en la en nuestros comportamientos dentro de la función social, y son transmitidos por las creencias, la tradición y la enseñanza, creando el estereotipo. Por ejemplo la discriminación positiva conservadora de EEUU que cree que la autodisciplina, la responsabilidad y la libertad individual es el concepto del éxito y que comparten hombres y mujeres.
Los estereotipos son la imagen mental y simplificada de creencias no racionales de grupos de personas que comparten características comunes, es una idea aceptada comúnmente por nos permite de alguna forma agrupar o categorizar a lo que en principio consideramos como grupos homogéneos.
Por lo tanto , parece claro que mujer no es sinónimo de feminista o simpatizante del feminismo , y esto es porque utilizar el mensaje en clave fémina no significa hacerlo solo destacando los estereotipos femeninos .No hay que olvidar que el feminismo empezó por negar la validez del estereotipo de género ( feminismo de derechos) , pasando por el Radical, y otros muchos hasta llegar al Feminismo cultural que quizás sea la corriente más actual, en la que se reconoce este estereotipo pero presta más atención a aspectos como reconocer la importancia del papel en la cooperación de la sociedad y la importancia de la aportación femenina, es un foco moral en el que la diferencia biológica se reconoce pero priman otros aspectos que son desde luego más importantes.
En la elecciones que vienen en Europa hay unas cuantas candidatas mujeres veremos si hemos aprendido la lección.